Evaluación de ecosistemas del milenio de España

ECOSISTEMAS para el bienestar humano
26 de diciembre de 2017

Los ignorados servicios ambientales

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Estoy seguro que muchos opinarán que el valor de los servicios ambientales es obvio, sobre todo si tomamos en cuenta que la vida misma depende de ellos. Sin embargo, tenemos que aceptar también que para muchos otros pasan desapercibidos y, por lo mismo, son escasamente ponderados, incluso negados.

Algunos beneficios ambientales que obtenemos de los ecosistemas naturales se encuentran estrechamente relacionados con nuestras necesidades vitales, tal es el caso de la provisión de agua, aire y alimentos. Si tenemos conciencia de esto ¿cómo podríamos negar su valor económico y social? Sin el ciclo hidrológico no tendríamos agua dulce en el continente, sin los bosques y pastizales de galería esta agua no se purificaría y no sería potable, sin una vegetación sana no podríamos tener aire de elevada calidad y sin un suelo profundo y fértil, formado a través de miles de años, no se produciría la cantidad de alimentos que actualmente consumimos.

La aparente intangibilidad de dichos procesos, nos vuelve indiferentes y de alguna manera se crea la idea de que nada los hará cambiar, que estarán ahí siempre, inmutables. Pero no es así. Ahora mismo la pérdida de biodiversidad y su contraparte el cambio climático global, está ocasionando modificaciones en el ciclo hidrológico que van afectar de diferente manera, en general de forma negativa, a todas las actividades humanas.

El mal manejo del pastoreo y de las labores de cultivo, están causando la disolución de los suelos agrícolas hacia la desembocadura de los ríos en los mares del planeta, contaminando a su paso con elevadas cantidades de nutrientes los litorales provocando las famosas «zonas muertas», en las que, debido al crecimiento acelerado de la vegetación acuática ocasionado por el estimulo del exceso de nutrientes, disminuye el oxígeno del agua y causa la muerte de la mayoría de los peces.

Lo anterior es solamente un ejemplo de cómo los ciclos virtuosos de la naturaleza pueden ser modificados para afectar la estrecha relación entre la calidad de los servicios ambientales y la calidad y mantenimiento de nuestra vida, al margen de nuestra condición social, económica y lugar donde nos encontremos.

Recuerdo que el Dr. José Sarukhán Kermez, Coordinador Nacional de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, en una de las conferencias que ofreció en Biodiversa, agrupó los servicios ambientales de acuerdo a los bienes y servicios que ofrecen: los servicios de soporte, de provisión, de regulación y culturales. Algunos de ellos ya fueron mostrados en los párrafos anteriores con la finalidad de ver sus estrechos vínculos y su relación con nuestra calidad de vida.

Los servicios de soporte son aquellos que mantienen los procesos de los ecosistemas que permiten la provisión del resto de los servicios. Estos pueden o no tener implicaciones directas sobre el bienestar humano. Entre ellos se encuentra el mantenimiento de la biodiversidad, el ciclo hidrológico, el ciclo de nutrientes, la producción primaria y la formación de suelos.

Los servicios de provisión, mencionados antes, son recursos tangibles y finitos, que se contabilizan y consumen. Además pueden ser o no renovables. Entre ellos se encuentra la provisión de agua para consumo humano, la provisión de productos como la madera y fibras, la producción de alimentos y combustibles.

Los servicios de regulación son aquellos que mantienen los procesos y funciones naturales de los ecosistemas, a través de las cuales se regulan las condiciones del ambiente humano. Entre ellos se encuentran la regulación del clima y gases como los de efecto invernadero, el control de la erosión o de las inundaciones, la regulación de las enfermedades y la purificación del agua. También la protección contra el impacto de los huracanes es un servicio de regulación.

Los servicios culturales pueden ser tangibles e intangibles y son producto de percepciones individuales o colectivas; son dependientes del contexto socio-cultural. Intervienen en la forma en que se interactúa con el entorno y con las demás personas. Entre ellos se encuentra la belleza escénica de los ecosistemas como fuente de inspiración y espiritualidad, la capacidad recreativa y de educación que ofrece el entorno natural a las sociedades humanas.

Sin duda, estaremos de acuerdo que los bienes y servicios que más conocemos son los de provisión, y que los que menos conocemos e incluso ignoramos son los de soporte y regulación. Los servicios culturales los ponemos en punto intermedio y con ellos iniciaremos, en las siguientes colaboraciones, un análisis del valor económico y social que tienen y que desafortunadamente también se ignora.

 

 

Fuente: El Siglo de Torreón

 

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